Alejandro Vaccaro, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, explica por qué defiende la posible nominación.
Alejandro Roemmers presentó hace tres semanas en París El regreso del Joven Príncipe, la versión francesa de su libro cuyo protagonista es el personaje ya adolescente del clásico El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Hubo dos lanzamientos, y en el que se hizo la embajada argentina, Alejandro Vaccaro –presidente de la Sociedad Argentina de Escritores– habría propuesto a Roemmers como candidato al Nobel de Literatura.Ya en Buenos Aires y en el marco de la Feria del Libro 2019, Vaccaro habló al respecto con PERFIL. “No fue tal nominación o postulación. Lo que yo hice fue un panegírico; me interrogué a mí mismo y a los presentes sobre por qué se otorgan ciertos Nobel a escritores que a mi juicio –por supuesto arbitrario– no lo merecen y hay otros que sí y no se los han otorgado. El paradigma, sin dudas, es Borges. También me preguntaba qué necesita un escritor para ser galardonado con el Nobel. ¿Vender libros? Bueno, Roemmers con El Regreso del Joven Príncipe lleva vendidos 3 millones de ejemplares y está traducido a 32 idiomas, lo que no es una cosa frecuente.
—¿Qué otras cualidades destacaría de Roemmers como escritor?
—Alejandro Roemmers tiene una obra poética importante. Tiene 61 años pero escribe desde su más temprana juventud así que tiene muchísimos libros publicados. La verdad es que ha crecido mucho como poeta. Roemmers tiene el problema de ser millonario, por eso la discriminación está a la orden del día. Es una cosa que nos pasa a nosotros los argentinos. Todo el mundo dice que vende muchos libros porque es millonario y la verdad es que hay muchos tipos millonarios que han escrito libros y no le han vendido uno a nadie.
—¿La SADE acompaña su idea de proponer a Roemmers al Nobel de Literatura?
—No se ha hablado aún dentro de la SADE el tema del Nobel a proponer. Pero hay otros miembros de la comisión directiva que apoyarían una posible candidatura de Alejandro Roemmers. Seguro. Diría varios, pero no lo vamos a plantear en este momento sino cuando corresponda. Yo lo vería con buenos ojos porque sinceramente quiero romper con este proceso de discriminación y si la gente se ríe, que se ría. Cuando Roemmers está en el ámbito de las empresas dicen que está todo el día con los poemitas. Y cuando está en el mundo de la literatura dicen que publica porque tiene guita. Yo estoy convencido de que no es así porque conozco su obra, lo que ha escrito y la evolución que ha tenido. Eso es incuestionable.
—¿A quiénes candidateó la SADE para el Nobel otras veces?
—A muchísimas personas: Abelardo Castillo, Ricardo Piglia, Juan Gelman, Osvaldo Bayer… Además en la Academia Sueca siempre nos piden que sean distintos, que no repitamos. También podrían ser César Aira, Claudia Piñeiro, Guillermo Martínez, Felipe Pigna. Hay mucha gente, y la Academia Sueca además se ha abierto mucho en este tema. Por ejemplo, se lo otorgaron a Octavio Paz, que es básicamente un ensayista. En el año 45 se lo dieron a la poetisa chilena Gabriela Mistral, que está bien. A partir de eso, cualquiera puede ser candidato; cualquiera que haya consagrado su vida a la literatura, que haya trabajado. Roemmers junta estas características, tiene trabajos representativos dentro del mundo literario y es un gran lector.
Un Nobel absurdo. Alejandro Vaccaro reafirma que la Sociedad Argentina de Escritores que él preside no pone a nadie en carrera por el Nobel de Literatura. “Eso es absurdo. La Academia Sueca no va a elegir un premio Nobel porque nosotros lo propongamos. Sí hemos mandado muchísimas propuestas. En enero estuve allá y vi, por ejemplo, que está muy promocionado César Aira. Está muy bien, alguien se ocupa de llevar sus libros a la librería que tiene la Academia. Yo no abro un juicio de valor sobre su obra pero cualquiera puede pensar que no se lo merece o que sí. Son decisiones personales, subjetivas”. Por esa subjetividad que subraya de manera directa, Vaccaro es tajante en su mirada sobre algunos ganadores del Nobel: “Hemos visto a Bob Dylan ganar el premio Nobel cuya relación con la literatura, diría Borges, es misteriosa. Yo he leído un libro donde está ese engendro que escribió que son canciones sin contenido ni sustento. La verdad es que es un desastre. Y es Nobel Aleksandr Solzhenitsyn, cuyo único libro más o menos discreto fue Un día en la vida de Ivan Denísovich. También ganó un Nobel Darío Fo, que es como si acá se lo dieran a Enrique Pinti. ¡Una cosa absurda!”.
Dos en uno. Vaccaro explica que este año la Academia Sueca dará dos Nobel de Literatura. En 2018 no lo hizo debido al escándalo de acoso sexual que hubo en el jurado de esa categoría que derivó en que de los 18 miembros que votan renunciaron 8, no tenían quórum. “Finalmente llegaron a un acuerdo y darán dos; otro disparate, no es una suma de cosas”, dice.