Alejandro Roemmers: “El último libro que leyó Vargas Llosa fue el mío, me llegó por su hijo” – PERFIL

El empresario, filántropo y escritor, Alejandro Roemmers, se refirió a la publicación de su último libro “El misterio del último Stradivarius”, que cuenta con un prólogo que fue el último texto escrito por el recientemente fallecido Mario Vargas Llosa. “Quería dejar testimonio de nuestra relación literaria”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TVRadio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Alejandro Roemmers es empresario, filántropo y escritor. Preside la Fundación Argentina para la Poesía, es presidente honorario de la Fundación Americana de Poesía, miembro de honor del Instituto Literario y Cultura Hispánica, y ha escrito poemas, novelas, guiones, ha producido música. Su novela El regreso del joven príncipe fue traducida a más de 30 idiomas. Está presentando la novela El misterio del último Stradivarius, con prólogo nada menos que del recientemente fallecido Mario Vargas Llosa. Este prólogo fue el último texto que escribió el gran escritor peruano que antes de morir.

Bueno, obviamente, el hecho de que el prólogo de tu libro sea el último texto que escribe Mario Vargas Llosa le genera a tu libro una visibilidad única. Y estamos todos interesados en tratar de que nos cuentes: ¿cuándo lo escribió?, ¿cómo fue tu contacto con él?, ¿cómo lo viste al final de sus días? Y, de alguna manera, rendirle homenaje a través tuyo, a Vargas Llosa.

Con Mario hemos compartido muchas mesas de charlas, incluso en la Feria del Libro. Lo hicimos también con Jorge Edwards. Después, él estuvo también para la presentación de otra novela mía. Incluso me acompañó en el estreno del musical Franciscos. Con su señora, en esa época.

Y como yo soy miembro también de la Cátedra Vargas Llosa, y también de la Federación Internacional para la Libertad, nos hemos encontrado en muchas mesas más, digamos, sobre temas económicos o políticos, no siempre literarios, pero hemos podido escucharnos mutuamente muchas veces. Y, bueno, se desarrolló una amistad, una mutua confianza, y bueno, yo por eso le quise mandar el borrador de mi novela.

Eso fue hace, yo diría, como un año y medio por lo menos, porque bueno, las editoriales tardan mucho en sacar el libro a la luz. Después le hice todavía alguna corrección, por eso él dice “el primer borrador”, porque efectivamente fue el primer borrador. Y sí había algunos pequeños ajustes, pero básicamente ese era.

Y bueno, la información me llega por su hijo Álvaro, porque yo ya no volví a ver a Mario ni hablar con él desde entonces, pero que sí, que fue el último libro que él pudo leer, que le había gustado mucho y que había querido escribir el prólogo a esta novela. Pero no solamente por la novela en sí, sino que, de alguna manera, él quería dejar testimonio de nuestra relación literaria, de lo que él sentía por mi obra, que era algo que le había siempre asombrado. Que lo que se podría llamar hoy un outsider, de la literatura, de golpe lo sorprendiera a él. No solo en poesía, que fue lo que yo siempre escribí de chico, sino en la novela.

Y entonces hizo un estudio un poco mayor de algunos textos míos, y escribió este prólogo que no es solamente un prólogo a la novela, sino, creo, que de alguna manera es un reconocimiento a mi obra, a mi persona, que la verdad que lo valoro muchísimo.

O sea, Alejandro, vos no se lo pediste. Fue él mismo el que quiso hacerlo. Vos no le pediste: “Haceme el prólogo del libro”, que es una cosa que sucede entre los escritores, digo. Continuamente nos pedimos que nos hagan prólogos unos a otros.

No. Secretamente, yo creo que sí, evidentemente, yo tenía el deseo de que me escribiera a lo mejor alguna frase. A lo mejor no el prólogo, a lo mejor alguna frase, que a veces uno puede poner en el libro. Pero no se lo pedí.

Esta vez, que no lo había hecho con las otras novelas, esta novela yo la quise justamente encarar desde un punto de vista más literario. Y no tiene, como por ahí en otros textos míos, que tienen más de vivencia personal, sino que parto de hechos reales que leí al principio de la pandemia que ocurrió un crimen en Paraguay, y a partir de ahí, como estaba justamente en este mismo lugar, acá en Córdoba, en el campo, y estaba la pandemia, no se podía salir y bueno, ahí empecé a escribir esa novela.

Y bueno, se lo envié también para ver si me hacía alguna observación. Yo le envío ese texto generalmente a diez personas que me merecen, digamos, confianza. A veces me hacen alguna observación, me dicen: “Fijate esto, aquello, o esto…” Digamos, como que hay alguna incongruencia o algo que se podría sacar o agregar.

La mandé un poco así, como para recibir algún tipo de comentario. Nunca pensé que iba a recibir esto que me llegó, realmente.

¿Cuándo escribió eso, finalmente? O sea, vos le mandaste hace un año y medio. ¿Y cuándo Álvaro te devolvió el prólogo escrito, y cuándo te contó esto que vos estás contando?

Esto fue… Creo que lo menciona Álvaro, no sé si fue en octubre del año ‘23, por ahí. Es decir, hace más de un año. Debe ser casi un año y medio, mejor dicho. Algo así.

¿Y ahora viene Álvaro a presentar el libro aquí, a la Feria, con vos?

Sí, efectivamente. Él sintió que para su padre fue algo tan especial… Es más, hizo un esfuerzo para esto, porque él ya estaba aquejado por algunos síntomas que le dificultaban mucho escribir y demás. Y quiso hacer el esfuerzo de escribir este texto.

Y por eso Álvaro me dijo: “Mirá, a mí me gustaría ir a la presentación de esta novela y leer este texto.” Bueno, no sé si lo va a leer o lo va a comentar o agregar cuestiones personales, la verdad que no lo sé. Pero me dijo que él quería estar presente en la presentación de esta novela.

Y Alejandro, ¿qué te preguntás vos? ¿Creés en la suerte? ¿Qué te preguntás vos respecto de que tengas la novela que estás publicando junto con el último texto escrito por un Premio Nobel? ¿Por qué a mí? ¿Te pasó algo por la cabeza respecto del destino?

No, no. Bueno, a mí lo que me hubiera encantado es que Mario hubiera estado presente en Buenos Aires, en la presentación de la novela el 30 de abril. Eso hubiera sido lo más lindo. Y por eso también se la envié, ya me había acompañado, digamos, la vez anterior. Y era un poco ese deseo, aún sabiendo que ya le estaba costando un poco viajar y demás. Pero bueno, secretamente tenía un poquito eso de que a lo mejor se mejorara y me pudiera acompañar.

Lacan decía que “la mayor presencia es la presencia de la ausencia”. Creo que, sin ninguna duda, va a estar más presente y va a llamar más la atención en la presentación de tu libro que él esté en ausencia, a través del prólogo, que en las presentaciones anteriores en las que fue en persona física. Creo que aún más va a marcar su presencia de esa manera.

Sí, sí, así parece. Sí, sí.

Bueno, mandarte un abrazo, agradecerte el testimonio, desearte lo mejor con el libro, y nos mantenemos en contacto como siempre, Alejandro. Un fuerte abrazo.

Bueno, un abrazo. Y bueno, lo importante es que guste la novela. Y va a venir otro escritor, novelista, este, Javier Cercas, a la presentación. Y ya recibí un comentario de él, que le gustó mucho y que ha escrito algo, porque hay un tema subyacente a la novela, y que es esto de que el hombre es capaz de lo mejor y de lo peor, y que solamente el arte, la cultura, a veces lo puede salvar de la barbarie. Y me ha dicho que la novela le inspiró un texto que él lo quiere leer.

MC

 

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Alejandro Roemmers: “El último libro que leyó Vargas Llosa fue el mío, me llegó por su hijo” – PERFIL

El empresario, filántropo y escritor, Alejandro Roemmers, se refirió a la publicación de su último libro “El misterio del último Stradivarius”, que cuenta con un prólogo que fue el último texto escrito por el recientemente fallecido Mario Vargas Llosa. “Quería dejar testimonio de nuestra relación literaria”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TVRadio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Alejandro Roemmers es empresario, filántropo y escritor. Preside la Fundación Argentina para la Poesía, es presidente honorario de la Fundación Americana de Poesía, miembro de honor del Instituto Literario y Cultura Hispánica, y ha escrito poemas, novelas, guiones, ha producido música. Su novela El regreso del joven príncipe fue traducida a más de 30 idiomas. Está presentando la novela El misterio del último Stradivarius, con prólogo nada menos que del recientemente fallecido Mario Vargas Llosa. Este prólogo fue el último texto que escribió el gran escritor peruano que antes de morir.

Bueno, obviamente, el hecho de que el prólogo de tu libro sea el último texto que escribe Mario Vargas Llosa le genera a tu libro una visibilidad única. Y estamos todos interesados en tratar de que nos cuentes: ¿cuándo lo escribió?, ¿cómo fue tu contacto con él?, ¿cómo lo viste al final de sus días? Y, de alguna manera, rendirle homenaje a través tuyo, a Vargas Llosa.

Con Mario hemos compartido muchas mesas de charlas, incluso en la Feria del Libro. Lo hicimos también con Jorge Edwards. Después, él estuvo también para la presentación de otra novela mía. Incluso me acompañó en el estreno del musical Franciscos. Con su señora, en esa época.

Y como yo soy miembro también de la Cátedra Vargas Llosa, y también de la Federación Internacional para la Libertad, nos hemos encontrado en muchas mesas más, digamos, sobre temas económicos o políticos, no siempre literarios, pero hemos podido escucharnos mutuamente muchas veces. Y, bueno, se desarrolló una amistad, una mutua confianza, y bueno, yo por eso le quise mandar el borrador de mi novela.

Eso fue hace, yo diría, como un año y medio por lo menos, porque bueno, las editoriales tardan mucho en sacar el libro a la luz. Después le hice todavía alguna corrección, por eso él dice “el primer borrador”, porque efectivamente fue el primer borrador. Y sí había algunos pequeños ajustes, pero básicamente ese era.

Y bueno, la información me llega por su hijo Álvaro, porque yo ya no volví a ver a Mario ni hablar con él desde entonces, pero que sí, que fue el último libro que él pudo leer, que le había gustado mucho y que había querido escribir el prólogo a esta novela. Pero no solamente por la novela en sí, sino que, de alguna manera, él quería dejar testimonio de nuestra relación literaria, de lo que él sentía por mi obra, que era algo que le había siempre asombrado. Que lo que se podría llamar hoy un outsider, de la literatura, de golpe lo sorprendiera a él. No solo en poesía, que fue lo que yo siempre escribí de chico, sino en la novela.

Y entonces hizo un estudio un poco mayor de algunos textos míos, y escribió este prólogo que no es solamente un prólogo a la novela, sino, creo, que de alguna manera es un reconocimiento a mi obra, a mi persona, que la verdad que lo valoro muchísimo.

O sea, Alejandro, vos no se lo pediste. Fue él mismo el que quiso hacerlo. Vos no le pediste: “Haceme el prólogo del libro”, que es una cosa que sucede entre los escritores, digo. Continuamente nos pedimos que nos hagan prólogos unos a otros.

No. Secretamente, yo creo que sí, evidentemente, yo tenía el deseo de que me escribiera a lo mejor alguna frase. A lo mejor no el prólogo, a lo mejor alguna frase, que a veces uno puede poner en el libro. Pero no se lo pedí.

Esta vez, que no lo había hecho con las otras novelas, esta novela yo la quise justamente encarar desde un punto de vista más literario. Y no tiene, como por ahí en otros textos míos, que tienen más de vivencia personal, sino que parto de hechos reales que leí al principio de la pandemia que ocurrió un crimen en Paraguay, y a partir de ahí, como estaba justamente en este mismo lugar, acá en Córdoba, en el campo, y estaba la pandemia, no se podía salir y bueno, ahí empecé a escribir esa novela.

Y bueno, se lo envié también para ver si me hacía alguna observación. Yo le envío ese texto generalmente a diez personas que me merecen, digamos, confianza. A veces me hacen alguna observación, me dicen: “Fijate esto, aquello, o esto…” Digamos, como que hay alguna incongruencia o algo que se podría sacar o agregar.

La mandé un poco así, como para recibir algún tipo de comentario. Nunca pensé que iba a recibir esto que me llegó, realmente.

¿Cuándo escribió eso, finalmente? O sea, vos le mandaste hace un año y medio. ¿Y cuándo Álvaro te devolvió el prólogo escrito, y cuándo te contó esto que vos estás contando?

Esto fue… Creo que lo menciona Álvaro, no sé si fue en octubre del año ‘23, por ahí. Es decir, hace más de un año. Debe ser casi un año y medio, mejor dicho. Algo así.

¿Y ahora viene Álvaro a presentar el libro aquí, a la Feria, con vos?

Sí, efectivamente. Él sintió que para su padre fue algo tan especial… Es más, hizo un esfuerzo para esto, porque él ya estaba aquejado por algunos síntomas que le dificultaban mucho escribir y demás. Y quiso hacer el esfuerzo de escribir este texto.

Y por eso Álvaro me dijo: “Mirá, a mí me gustaría ir a la presentación de esta novela y leer este texto.” Bueno, no sé si lo va a leer o lo va a comentar o agregar cuestiones personales, la verdad que no lo sé. Pero me dijo que él quería estar presente en la presentación de esta novela.

Y Alejandro, ¿qué te preguntás vos? ¿Creés en la suerte? ¿Qué te preguntás vos respecto de que tengas la novela que estás publicando junto con el último texto escrito por un Premio Nobel? ¿Por qué a mí? ¿Te pasó algo por la cabeza respecto del destino?

No, no. Bueno, a mí lo que me hubiera encantado es que Mario hubiera estado presente en Buenos Aires, en la presentación de la novela el 30 de abril. Eso hubiera sido lo más lindo. Y por eso también se la envié, ya me había acompañado, digamos, la vez anterior. Y era un poco ese deseo, aún sabiendo que ya le estaba costando un poco viajar y demás. Pero bueno, secretamente tenía un poquito eso de que a lo mejor se mejorara y me pudiera acompañar.

Lacan decía que “la mayor presencia es la presencia de la ausencia”. Creo que, sin ninguna duda, va a estar más presente y va a llamar más la atención en la presentación de tu libro que él esté en ausencia, a través del prólogo, que en las presentaciones anteriores en las que fue en persona física. Creo que aún más va a marcar su presencia de esa manera.

Sí, sí, así parece. Sí, sí.

Bueno, mandarte un abrazo, agradecerte el testimonio, desearte lo mejor con el libro, y nos mantenemos en contacto como siempre, Alejandro. Un fuerte abrazo.

Bueno, un abrazo. Y bueno, lo importante es que guste la novela. Y va a venir otro escritor, novelista, este, Javier Cercas, a la presentación. Y ya recibí un comentario de él, que le gustó mucho y que ha escrito algo, porque hay un tema subyacente a la novela, y que es esto de que el hombre es capaz de lo mejor y de lo peor, y que solamente el arte, la cultura, a veces lo puede salvar de la barbarie. Y me ha dicho que la novela le inspiró un texto que él lo quiere leer.

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