El autor vuelve, en plena pandemia, con un nuevo libro: “Vivir se escribe en presente”. Una historia para reflexionar.
Por Sergio Rubin
Roemmers. Empresario y escritor. /EFE
A pesar de las angustias que agrega a nuestro ya trajinado paso por esta vida -o, precisamente, por eso-, la cuarentena es un ocasión para un ejercicio de introspección. Una oportunidad para reflexionar sobre las cuestiones esenciales de nuestra existencia. Cuando Alejandro Roemmers escribió su novela Vivir se escribe en presente no imaginó que su publicación se iba a producir en semejantes circunstancias. Pero siente que le otorga un marco más que propicio para contar vidas angustiadas que buscan incansablemente un sentido que les permita alcanzar lo más deseado: ser felices.
La historia es simple, pero con giros sorprendentes desde el comienzo. Fernando es un joven que –tras una carrera brillante, aunque despreciada por su padre, un exitoso ingeniero- se acaba de recibir de periodista. En su debut laboral se cruza con un rico empresario –Ron Davies- que quiere reconciliarse con la vida y la naturaleza después de una trayectoria como padre y hombre de negocios que, con razón, lamenta. Y que le propone para sorpresa del novato periodista -que intenta entrevistarlo- la tarea de encontrar a su hijo, Michael, que había partido sin dejar rastro tras una vida que le satisfaga.
El cometido dispara una serie de situaciones que ponen en evidencia la precariedad de la vida. Cómo de un momento a otro todo puede cambiar. Pero también saca a la luz las angustias existenciales y los esquivos anhelos de los personajes. Al igual que los prejuicios y las incomprensiones que, con frecuencia, signan el vinculo entre padres e hijos en épocas de grandes cambios.
Vivir se escribe en presente
Autor: Alejandro Roemmers
Editorial: El Ateneo
Páginas: 296
Precio: $850,00
También pone de manifiesto el deseo de experimentar nuevas sensaciones, no siempre bien canalizadas, y, en fin, sentirse realizado. Cada uno desde su realidad, muy distinta, pero igualados en el propósito: amar y ser amado.
El relato llevará a Fernando a escenarios bellísimos de la Patagonia y a estupendas playas del Caribe, que el autor no se priva de describir con esmero y conocimiento. En verdad, los escenarios naturales son un pretexto para que Roemmers invite a detenerse en el disfrute de la naturaleza, no siempre aprovechado, e incluso acerca del desprecio del ecosistema. En un pasaje convierte una pesca en una ocasión para reflexionar sobre la contemplación del inmenso mar, el cultivo de la paciencia y la metáfora de procurar algo esquivo que finalmente lograr, como decía Ernest Hemingway.
Los dolores, las tragedias se suceden como también los momentos de felicidad que brotan de las cosas simples, pero que sacian. Al fin y al cabo, hay una oda a la amistad, a apostar al otro.
“¿Nos dejará alguna enseñanza esta situación dramática en cuanto a lo que es importante en la vida?”
Alejandro Roemmers
EMPRESARIO Y ESCRITOR
En buena medida Roemmers –aunque con un planteo bien diferente- sigue la senda de su exitoso libro El regreso del joven príncipe, en el que destaca los valores de la vida a partir de la historia de un hombre que viaja por las interminables e inhóspitas rutas de la Patagonia y se encuentra con un adolescente exhausto, el famoso personaje creado por Antoine de Saint-Exupéry, de vuelva a la Tierra.
A comienzos de este año se anunció que Roemmers donaría una colección de manuscritos de Jorge Luis Borges al Estado, que abriría con ellos un nuevo Museo Borges. María Kodama objetó la iniciativa, denunciando que los manuscritos habían sido robados. Roemmers respondió: ”Es una colección que tiene 50 años. Está todo documentado. Hay libros, revistas, cartas, manuscritos. Todo tiene su documentación respaldatoria. Acá el objetivo es ponerlo a disposición, que no se vendiera a un lugar de difícil acceso, sino que sea abierta al público, a los estudiantes, al turista. Y donarla”.
El proyecto quedó parado por la pandemia.
Alejandro Roemmers en la promoción de su libro ”El regreso del joven príncipe” /DPA
La pandemia es ahora el imprevisto marco de su última obra. “¿Será esta una oportunidad para darles a los vínculos esenciales el lugar que merecen en el aquí y el ahora? ¿Nos dejará alguna enseñanza esta situación dramática en cuanto a lo que es importante en la vida?”, se pregunta.
Su libro quiere ser una invitación a revisar nuestras actitudes porque, dice, “el futuro lo estamos construyendo hoy, en presente”.