El poeta, novelista y filántropo argentino participó del encuentro de fin de año, que se llevó a cabo el pasado 6 de diciembre, en la sede de la institución en Palermo. Allí agradeció a las autoridades por la distinción, e incitó a los presentes a seguir trabajando por la fraternidad humana.
El poeta, novelista y filántropo argentino Alejandro G. Roemmers recibió una distinción por parte de la Asociación Amigos del Museo de Arte Decorativo. Fue durante el encuentro de fin de año, que tuvo lugar el pasado 6 de diciembre en la sede de la institución, en el barrio de Palermo.
El evento inició con las palabras de la gerente operativa del Museo, Cristina Santa Cruz, quien presentó al Padre Orcheta, miembro de los frailes jesuitas. Por su parte, Orcheta destacó a Roemmers por ser la primera persona en hacer de la fraternidad el centro de su obra, así como también en charlas y entrevistas. También lo felicitó por ser el precursor e inspirador del gran abrazo universal que se realizó en junio de este año, y que reunió a jóvenes de todo el mundo y a 30 Premios Nobel de la Paz en la Basílica de San Pedro y en otras ciudades del planeta.
Arnaldo Gometz, presidente de la Asociación, agradeció a Roemmers por toda la ayuda y el apoyo brindado a la entidad, y señaló que es una persona “con el alma de un poeta, la creatividad de un dramaturgo, la visión de un empresario y el corazón de un filántropo”. Además agregó: “Alejandro trasciende las fronteras del arte para convertirse en un pilar de apoyo a la comunidad artística y cultural global, siendo una luz que guía hacia la preservación del patrimonio, la promoción de las artes y la construcción de puentes hacia la paz y la fraternidad, por eso su dedicación es digna de reconocimiento”.
Al subir al escenario para recibir la distinción, Alejandro Roemmers leyó ante los presentes el documento redactado y firmado con los Premios Nobel, aquel mes de junio en la Ciudad del Vaticano. Además destacó que hace muchos años vela por la fraternidad humana y toda esa labor pudo verse reflejada con la redacción de dicho documento.
Durante el evento, la cantante Lucila Gandolfo realizó una presentación musical e interpretó el Ave María y las canciones Somewhere over the rainbow, Sueño imposible y What a wonderful world, junto a su hijo, Francisco Granado. Para finalizar la velada, todos los invitados participaron de un cóctel.